Una maestra, un maestro, una Asesora Técnico Pedagógica y una madre de familia quenimprovisó una escuelita para hijos de pepenadores; ellas y él son los ganadores del Premion AEI de Mexicanos Primero Sinaloa.
Sinaloa cuenta con maestras y maestros comprometidos con el aprendizaje de niñas, niños y adolescentes, quienes merecen un gran reconocimiento debido a estrategias que han emprendido para este fin, más aún cuando obedecen a esfuerzos por mitigar las afectaciones de la pandemia en las aulas.
Este mes, la organización Mexicanos Primero Sinaloa otorgó el Premio AEI a tres docentes y una madre de familia debido a ese compromiso. Se trata de las docentes Patricia Ortiz y María Lilia Pulido, y el maestro Óscar Alvarado; así como la madre de familia Esmeralda Quiñónez.
Es Asesora Técnica Pedagógica (ATP). Ganó el primer lugar del premio AEI en la categoría Directivos con la práctica educativa “Yo trabajo mis emociones”, motivada por la falta de contacto de las y los estudiantes que recibieron educación a distancia durante la pandemia, así como la escasa atención al tema emocional durante el confinamiento.
Preocupada por un desarrollo socioemocional adecuado para las y los estudiantes, la maestra Patricia, en conjunto con personal del USAER 70, ofreció herramientas a las y los alumnos de la escuela Daniel Díaz Jiménez, de Badiraguato, para que reconocieran sus sentimientos y, con ello, habilidades para la comunicación asertiva y la resolución de conflictos.
“Más que haber ganado este premio, para mí fue una experiencia en lo humano: que te valoran como profesionista y te das cuenta que lo que tú haces no lo hacen todos, aunque está en el deber ser”, expresó.
Es maestra del USAER 179 de la zona 034 de Educación Especial. Su proyecto “Trabajo colaborativo, un paso a la inclusión”, la llevó a obtener una mención honorífica de la categoría docentes en el Premio AEI 2023, de Mexicanos Primero Sinaloa 2023.
“Creo que este es un reconocimiento que se le da al ‘deber ser’ del maestro de educación especial, en este caso yo soy maestra de apoyo. El impacto que tuvo mi práctica ha sido grante. A nosotros generalmente se nos dificulta el trabajo colaborativo con toda la escuela. Ha sido muy satisfactorio ver que vamos avanzando rumbo a la inclusión”, dijo.
Coordinada con las y los docentes del plantel, realizó un diagnóstico en la escuela, a fin de identificar todas las barreras del aprendizaje de las y los estudiantes. Posteriormente el equipo trabajó en estrategias relacionadas a la situación de las y los alumnos.
“Es muy bonito que nos reconozcan como maestros de educación especial. Muchas veces nuestro trabajo no se ve ante la sociedad, pero ahora, al estar dándoles el acompañamiento a los docentes de la primaria y ver cómo se apropian de la práctica inclusiva es muy satisfactorio, también lo es el hecho de que volteen a ver a las y los maestros que estamos en el deber ser y que demostramos que sí se puede lograr la inclusión”.
Es docente de la Telesecundaria Federalizada 186, de Ceuta, Elota. Ganó el primer lugar en la categoría Docentes por el proyecto educativo “Xiixuetska: escritura creativa”. Xiixuetska (sonríe en Náhuatl).
La práctica docente diseñada por el maestro Óscar Alvarado consiste en motivar a las y los estudiantes a participar en intervenciones que les permitan mejoraran la escritura de la lengua náhuatl y la pronunciación a través de la interacción y la utilización de sencillas herramientas en las que se plasmaban palabras y símbolos.
“Me motivó que mis alumnos tuvieran nuevas experiencias de vida. Que el día de mañana pudieran contar que ellos son capaces de lograr todo lo que se proponen. Me encontré con niños que han sido marginados por ser migrantes, algunos con problemas de autoestima, rezagados y con pocas oportunidades; eso me motivó para este proyecto, que los hiciera sentir parte fundamental, donde se valorara e identificara de dónde son y quiénes son, es decir, que se rescatara su identidad nacional como personas en nuestro estado y país”, dijo. El docente envió un mensaje a sus colegas maestros. Llamó a atreverse a innovar e implementar nuevas prácticas y estrategias, así como a abandonar el temor de que los objetivos que se planteen no resulten.
“Toda práctica y estrategia o juego que apliquemos dentro del salón de clases generará un cambio conductual en los alumnos. Tengo 6 años de experiencia en telesecundarias y otros 5 en telebachillerato y Conafe, y todo lo que he aplicado, cuando no salen los objetivos que me planteo en un inicio, de alguna manera deriva en algunas otras habilidades en los alumnos, entonces, toda práctica enriquece la práctica personal y la de los alumnos”, comentó.
Esta madre de familia habita muy cerca del basurón municipal. Durante el confinamiento por la pandemia observó cómo un gran número de niñas y niños perdían tiempo valioso fuera de las aulas virtuales de clase a falta de televisor, computadora o algún dispositivo móvil que les permitiera seguir a su maestros por internet.
A la par, la mujer observaba cómo sus hermanas, quienes estudiaban ciencias de la educación, tampoco podían llevar las clases a distancia por carecer de un teléfono en buen estado. Así tomó lonas, palos, cartón y levantó una escuelita en la que integró a las y los niños con las futuras docentes. En poco tiempo el grupo creció hasta llegar a los 140 usuarios en edades de cursar primaria y secundaria.
“Sentí muy bonito que las instituciones reconocieran mi esfuerzo, más que nada lo importante que es dar oportunidades a todos los niños, más cuando el nivel de pobreza es tan extremo como en el proyecto que tengo”.
“Abrimos un lugar en la colonia, lo habilitamos, pusimos recursos para que ISEJA pudiera venir a trabajar con las personas. Ellos se acercaron y así ellos no tuvieron que ir a buscar a la institución, es lo que nos motivó”.
Actualmente la escuelita temporal de Esmeralda cuenta con un maestro que imparte educación primaria y secundaria, y también ofrece la oportunidad de mejorar el futuro a trabajadores pepenadores, quienes asisten a cursar la preparatoria abierta, a través de ISEJA.