Al escuchar la palabra “líder” probablemente venga a tu mente una persona conocida o alguien de quien has leído por la prensa, libros o internet ¿Sabes qué caracteriza a las y los líderes? Aquí te lo decimos.
Seguramente has conocido a alguien que consideras un gran líder debido su habilidad para orientar a un grupo de personas. No necesariamente se trata de dueños de empresas, políticos, personas con algún cargo público; puede tratarse de chicos o chicas de tu edad, de jóvenes, adultos y los puedes encontrar en tu casa, en tu familia, colonia, en tu escuela o sector, o bien, en los medios de comunicación o internet.
Se trata de personas que han desarrollado una habilidad para organizar, impulsar tareas, actividades o proyectos. Destacan por su humildad, trato justo y asertivo, y por tener la capacidad de inspirar a otros a emprender alguna labor.
Algunas de sus múltiples cualidades es la coherencia entre lo que dice y lo que hace; el reconocimiento público al trabajo de una persona o equipo, lo que motiva a las y los integrantes a continuar superando metas u objetivos.
¿Qué es el liderazgo? Aquí te lo decimos
Un buen líder asume el reto, de manera que se responsabiliza de sí mismo e inspira a su equipo a actuar con responsabilidad en la tarea que le corresponde.
Los buenos líderes dejan a un lado el teléfono celular y atienden con atención lo que otros quieren expresarle, pero no solo eso, además entiende lo que la otra persona trata de decir, aún sin que lo exprese, por ello hace las preguntas adecuadas y obtiene información útil.
Es un buen colaborador o colaboradora. Aun cuando podría realizar el trabajo de manera individual, organiza al equipo de manera que inspira a los integrantes a dar el mejor resultado.
Los buenos líderes tienen el coraje para corregir el comportamiento o tomar decisiones que otros no se atreverían, pero que van en beneficio del equipo.
Se expresan de manera clara y respetuosa, de forma positiva y crea un camino claro a seguir.
Al ser alguien que sabe escuchar, comprende cómo se sienten las personas que los rodean con respecto a proyectos, decisiones, su estado de ánimo y la visión del equipo.
Es capaz de ajustar las reglas o lo necesario para mantener la unión del equipo o proyecto.
Es alguien que tienen objetivos claros, lo que ayuda al equipo a ser eficiente y estar concentrado.
Es común que las circunstancias de un proyecto cambien en la marcha ante la aparición de nuevos desafíos. Los líderes tienen en cuenta esos aspectos, resuelven, reorientan sin perder la claridad en la mentalidad de crecimiento.
Un gran líder admite sus errores y eleva a quienes los rodean. La humildad es fundamental al liderar un equipo.
Descubre cómo desarrollar tu liderazgo
Desarrolla ideas claras, filtrar las ideas de otros, resuelve problemas y concluye muchas otras tareas que requieren innovación y creatividad.
Trabaja para que su equipo se mantenga motivado hacia un objetivo común. El buen líder es un apasionado del objetivo y promueve la unión.
Los errores, las malas comunicaciones y los fracasos son inevitables. Un buen líder es paciente y ofrece orientación en esos momentos.
El desarrollo de habilidades para la resolución de problemas permite a los equipos superar los obstáculos con una interrupción mínima.
El buen líder tiene la responsabilidad de mejorar las áreas de su equipo, lo que podría significar crear nuevos procesos, contratar nuevas personas o tomar riesgos más importantes. Sabe sacar adelante al equipo cuando las circunstancias no son favorables.
Los grandes líderes tratan a sus equipos con respeto y ganan respeto a cambio. Valoran la retroalimentación y escuchan las opiniones de sus compañeros de equipo.
Es abierto y honesto. Hace que el trabajo sea más eficiente y agradable.
El liderazgo requiere delegación. Cuando los líderes confían en su equipo para completar lo que se les asigna, fomenta la moral positiva y el respeto mutuo.
Muchos líderes se ganan el reconocimiento al expresar las habilidades y los conocimientos necesarios para un determinado rol en una organización o especialidad. Poseen la conciencia de sí mismos para poder concentrarse en lo que realmente saben, en lo que pueden no ser expertos y cómo aportar ese conocimiento.
Se mantiene informado sobre las tendencias en movimiento y los temas que lideran, lo que ayuda a los líderes a perfeccionar sus habilidades y contribuir a sus propósitos, y a inspirar al equipo a seguir aprendiendo.
¿Cuántas cualidades identificas en ti? ¿En cuáles debes trabajar más?
#EmpiezoporMí