Aprende a trabajar en tu liderazgo y desarrollo personal siendo fiel a ti mismo
Conocer tus propias fortalezas y necesidades y regular tus emociones son algunos de los elementos más importantes en este camino.
Si previo a un examen lees, estudias, te preparas intensamente, ganarás una gran seguridad y confianza en ti mismo o misma. Llegarás al salón de clases confiado o confiada de una alta probabilidad de obtener 10 de calificación. Esto es un ejemplo de desarrollo personal. Imagina qué pasaría si lo aplicaras en cada aspecto de tu vida.
El desarrollo personal te permite adquirir una mayor seguridad en ti mismo o misma, aumentar tu autoestima, y por consecuencia, sentirte feliz.
Este se define como un conjunto de conocimientos, habilidades, aptitudes, actitudes, valores y hábitos que inciden en el ser humano para dotarlo de cualidades o competencias para su desarrollo individual y alcanzar sus metas y objetivos.
El ser humano adquiere cada vez una mayor madurez, por lo que permanentemente desarrolla y transforma sus objetivos, lo que implica cambios positivos de hábitos y, con ello, mejores relaciones familiares y sociales, y un mayor crecimiento como persona.
Conoce las 20 cualidades de un líder
Resumiendo, el desarrollo personal es el proceso de reinventarse a sí mismo de forma personal o profesional para afrontar los retos de cada día.
En el caso del liderazgo efectivo, la persona debe tener una comprensión profunda de sus fortalezas y debilidades, y un gran compromiso con su propio crecimiento personal. Esto solo se logra trabajando en habilidades como la comunicación efectiva, la toma de decisiones, la resolución de conflictos, la empatía, entre otras.
El desarrollo personal y liderazgo pueden ser las claves del éxito, tanto en el trabajo como en la vida personal, pues están estrechamente relacionados, ya que el liderazgo implica una comprensión y mejora continua de uno mismo.
¿Cómo desarrollar mi liderazgo? Aquí te decimos
Para desarrollar un liderazgo personal, primero es importante que conozcas tus propias fortalezas y necesidades. Estas son algunas claves:
Conoce el valor del voluntariado en tu comunidad
No olvides tu esencia. Desarrolla un liderazgo sin dejar de ser fiel a ti misma o mismo. Los líderes auténticos son personas capaces de mostrar una línea de comportamiento regida por cuatro principios:
Los líderes auténticos se abren a los demás y se muestran tal como son. Sin miedos, sin temor a los juicios y a las valoraciones de otros. En cambio, los analiza, saca la parte constructiva y trabaja en ellos. Esto genera un clima de confianza en su equipo, y fomenta un mayor intercambio de pensamientos y emociones.
Los líderes auténticos conocen sus fortalezas y debilidades, lo que les permite potenciar sus cualidades positivas y valorar las áreas en las que su comportamiento puede no ser eficaz. Al ser conscientes de ello, transmiten claridad sin temor y saben qué pueden aportar, hasta dónde pueden llegar y en qué áreas necesitarán ayuda.
Los líderes auténticos examinan objetivamente la información relevante para tomar decisiones. No dudan en obtener información o ideas de otros, aunque sepan que estas puede ser contrarias a la suya. Esto le permite una visión más amplia y variada sobre un problema específico.
Los líderes auténticos se muestran fuertes y con una gran capacidad de autoregular sus comportamientos con base en sus propios valores y principios. Son capaces de hacer frente a las presiones sociales, jerárquicas, organizacionales y mantener una línea coherente de conducta soportada en un conjunto de principios y valores personales.
Conoce los tipos de liderazgo que existen
El autoconocimiento es el entendimiento y la comprensión de uno mismo, desde las cualidades, defectos, limitaciones, temores, deseos y necesidades.
Conocerte a ti mismo implica madurez y responsabilidad emocional y te permite afrontar la vida emocional de una forma menos dolorosa y turbulenta. Se trata de un proceso de introspección que requiere inteligencia emocional y lleva a la autoaceptación y al crecimiento personal. Esto te dirige a la construcción de una identidad personal.
Estas son las fases del autoconocimiento:
💡 Autopercepción.
Implica valorarnos a nosotros mismos como individuos, nuestras cualidades y lo que nos diferencia de otras personas.
💡 Autoobservación.
Es reconocer nuestras conductas, actitudes y las circunstancias que nos rodean.
💡 Memoria autobiográfica.
Evaluar la historia de nuestra vida, desde nuestro punto de vista, nos permite un autoconcepto de cómo hemos sido y cómo podemos llegar a ser.
💡 Autoestima.
¿Cómo te percibes y valoras? El autoconocimiento es la base de nuestra autoestima, es fundamental en la relación que tenemos con nosotros mismos y con otras personas.
💡 Autoaceptación.
Es la capacidad que tiene el ser humano de aceptarse como es, lo que ayuda a nuestro bienestar emocional, nos permite abandonar sentimientos de culpa por cómo somos y cómo pensamos, y nos ayuda a evitar la frustración al aceptar nuestras limitaciones.
¿Tengo inteligencia emocional?
Se trata de un conjunto de competencias que permiten a la persona relacionarse mejor consigo misma y con quienes dialoga, manejando sus emociones de forma asertiva. Para ello es importante aprender a reconocer nuestras emociones y sentimientos, lo que nos ayudará a comprender de dónde provienen y cómo controlarlas.
La inteligencia emocional implica además saber relacionarse, principalmente a través de la empatía. Una persona inteligente emocionalmenote es capaz de ponerse en el lugar de la otra persona.
Descubre aquí cómo mejorar tu liderazgo
Consiste en identificar, valorar y expresar las emociones. Nos permite detectar el material emotivo que percibimos del entorno y en nosotros mismos, por ejemplo, en una conversación, al estar frente a una obra de arte o en un concierto.
Las emociones que hemos experimentado a lo largo de nuestra vida se integran en nuestro sistema cognitivo, modificando e influyendo en la información que guarda nuestro cerebro. Estas emociones se “anclan” a determinados pensamientos, priorizándolos frente a otros sin tanta carga emotiva y dirigiendo la atención a la información relevante para nosotros.
Supone analizar y comprender las emociones propias y ajenas, estableciéndose la unión entre el “contenido” del mensaje y el “contexto” en el que este se da.
Es el fin último de la inteligencia emocional. Proporciona una adecuada gestión de los procesos emocionales, utilizándolos para promover el conocimiento racional y emotivo. Esta habilidad nos permite tomar distancia de las emociones que nos afectan, o bien, atraerlas y utilizarlas cuando consideramos que el momento lo requiere.
Ahora que ya tienes diferentes herramientas para trabajar tu liderazgo solo falta poner manos a la obra y ponerlos en práctica. Recuerda que una mejor comunidad depende de todos por eso #EmpiezoporMí.